La historia no contada de la millonaria inversión de Microsoft en Chile
Reuniones en Davos, Suiza; la promesa de capacitar a 180 mil chilenos, y aparecer en La Moneda junto al Presidente anunciando una inversión más grande que la de la china Huawei, fueron alguno de los hitos que dejó el anuncio de la compañía de Bill Gates en Chile.
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Fue el 22 de enero de este año, en Davos, Suiza. En medio del Foro Económico Mundial, el ministro de Economía, Lucas Palacios, se reunió privadamente con el presidente global de Microsoft, Brad Smith. Una hora y 15 minutos duró la cita.
Y ahí se habría sellado la inversión de US$ 500 millones que la gigante estadounidense concretará en Chile para instalar un data center. El anuncio no pasó desapercibido: con el patio de Las Camelias de La Moneda como telón de fondo, el Presidente Sebastián Piñera de anfitrión, y Smith por videollamada.
Pero para llegar a eso, hubo una decena de otras reuniones y evaluaciones entre Chile y Estados Unidos. Microsoft había definido hace dos años que instalaría una “región de datos” en Sudamérica, además del hub que ya tiene en Brasil. Argentina, Perú y Colombia estuvieron en la carrera.
Fueron literalmente 35 filtros los que tuvo que pasar Chile para ser el destino de la inversión. De los más relevantes, dice Sergio Rademacher, gerente general de Microsoft en Chile, fue la fuente energética verde que ofrece el país y que le hacía sentido al compromiso global de la gigante tecnológica.
Al 2025, todos los data center que tengan en el mundo deben tener fuente energética limpia, al 2030 esperan ser una empresa con huella de carbono negativa, y al 2050 eliminarán todo rastro de carbono desde que se creó la compañía en los 70.
Aparte de Palacios, el rol que jugaron la oficina GPS liderada por Juan José Obach y luego por Jorge Tapia, fueron clave. Uno de los compromisos que asumió el Gobierno a cambio de la inversión fue ayudarlos a agilizar los más de 147 permisos que requiere Microsoft para instalar su región de datos en Chile, y cuya ubicación estará en la zona norte de la Región Metropolitana.
Eso sí, llamó poderosamente la atención que haya sido el gobierno el que diera más detalles que la empresa. Fue Palacios el que mencionó los US$ 500 millones. Consultado Rademacher, dice que la política de la firma es no divulgar cifras. Sin embargo, adelanta que el inicio del proceso de autorizaciones regulatorias para la construcción será “muy pronto”.
Al menos, el proyecto ya tiene nombre: fue bautizado como Chile North Central.
Para que Palacios y Brad Smith se juntaran en los Alpes suizos también hubo una historia previa. El rol que jugaron ejecutivos como Rademacher, Wilson Pais, CDO de Microsoft en Chile, y Alexis Pesso, encargado de asuntos públicos, fueron clave en unir las partes.
Por lo menos durante todo el año pasado los ejecutivos de Microsoft, Invest Chile y la oficina GPS estuvieron en conversaciones presenciales y telefónicas para ir levantando todos los datos que necesitaban para evaluar la inversión.
Sin embargo, justo vino el estallido social. Entonces, Palacios tuvo que explicarle al presidente de la firma que había una salida institucional acordada para la crisis: un plebiscito en abril de 2020. Pero luego llegó la pandemia. A pesar de ello, las 35 condiciones que Chile superó para ser el destino de la inversión no decayeron.
Toda esta decisión también fue empujada por una guerra comercial y tecnológica entre China y Estados Unidos, y donde Microsoft era punta de lanza en esta materia. El año pasado, la china Huawei anunció US$ 100 millones de inversión en un data center en Chile. Y hasta ahora, la asiática es la única que almacenaba datos para terceros en sus centros en territorio nacional. Por eso, Microsoft no quería quedarse fuera. En realidad, no podía.
Lo que se ha denominado la “guerra por los data center” viene en serio. Google ya ha invertido US$ 300 millones en los suyos, pero que sirven para alimentar sus propios servicios, como Gmail, Youtube, Drive. De los que ofrecen servicios a terceros, además de Huawei, están los locales GTD y Sonda.
Esta semana Oracle, otra gigante estadounidense, inauguró su propia región de data center. Otra competencia occidental para Huawei, y también para Microsoft. De hecho, el anuncio de esta última se habría acelerado para ir primero que el de su rival Oracle.
Según explica el máximo ejecutivo de Microsoft en Chile, hay distintos temas que permiten que el país capte este interés. Desde luego, el despliegue en camino del 5G, el cable Asia Pacífico, y las distintas carreteras de fibra óptica que están en desarrollo en el país.
Por eso, desde Santiago se podrán atender a las empresas de países vecinos como Argentina, Perú, Ecuador y Colombia.
Además, todo pasa también por un tema de seguridad nacional. Las empresas cada vez más están utilizando la “nube” para almacenar sus datos. Antes se guardaban “fisicamente” en data centers de Brasil, México, EE.UU. Ahora se van a archivar en Chile, y eso ofrece una ventaja competitiva para todos los actores del segmento.
“Si puedo almacenar mis datos aquí, los voy a escoger a ellos en vez de otro actor en Sao Paulo”, ejemplifica un actor de la industria.
El ministro Palacios dice que todavía no puede revelar los nombres ni los detalles, pero que hay una veintena de proyectos esperando ser anunciados en materia de infraestructura de data center para los próximos cinco años y que suman US$ 2.500 millones.
Un escenario, música, luces en el techo, una megapantalla, y un par de invitados presenciales. Eso tuvo el despliegue el miércoles pasado en La Moneda.
Cuando presentaron la propuesta de evento a la dirección de Programación de La Moneda, específicamente a Josefina Movillo y Pia Margaret, aceptaron incluirlo en la agenda y empezaron a organizar el despliegue.
Convencer al Presidente de que asistiera no fue complejo. Sebastián Piñera es un conocido admirador -y seguidor- de la industria tecnológica. De ahí que haya definido que él será el que inaugure el 5G en Chile y apuró personalmente el cable Asia Pacífico.
Quienes no estuvieron ese día, fueron la ministra de Transporte, Gloria Hutt, y la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, dos de las funcionarias de Gobierno que más han apuntalado el tema de conectividad en esta administración. Sí figuraban en primera línea el ministro de Hacienda, Ignacio Briones y el de Economía, Lucas Palacios. Especulaciones de por qué, hay varias al interior de La Moneda -entre ellas, que había que destacar el trabajo de los secretarios de Estado presente-, pero todos le bajan el perfil.
Lo que sí es que hay varias lecturas del despliegue comunicacional y escénico. Hacerle un guiño al entrante gobierno de Joe Biden en Estados Unidos, y anunciar miles de empleos y otras tantas capacitaciones en habilidades digitales era un punto que quería hacer el Gobierno, en voz del propio Presidente. De hecho, desde la semana pasada hasta este jueves se habían inscrito más de 5.000 personas a los programas del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo.
En todo caso, no es primera vez que Microsoft hace anuncios pomposos en Chile, y respaldado por el Gobierno de turno. En 2014, por ejemplo, anunciaron que Imagine Business Lab, de Microsoft, potenciaría más de 1.000 startups tecnológicas en los próximos 5 años. En 2015, con el Injuv anunciaron que ofrecerán 250.000 cursos digitales gratuitos para jóvenes de todo el país. En 2017, la Fiscalía Nacional y Microsoft firmaron un convenio para fortalecer combate al cibercrimen. Y así varios otros.
Según un conocedor, los ingresos de Microsoft en Chile -valor guardado bajo siete llaves o encriptado en este caso- proviene en un 50% de su servicio de nube de datos, y la otra mitad de licenciamientos que hace a empresas y sector público. Solo de los datos recopilados en Mercado Público, entre 2006 y 2020, distintas reparticiones como Presidencia, PDI, el Sence y diversos ministerios, han pagado más de $10.700 millones a Microsoft por licenciamientos y mantenciones.
Ahí, dicen, estaría la clave del negocio tras de la mediática noticia sobre Microsoft desde La Moneda. “Tenía sentido para nosotros hacer este anuncio de una alianza de largo plazo en la casa de todos los chilenos. Es una muestra de que estamos para quedarnos”. Palabras de Sergio Rademacher, el mandamás de Microsoft en Chile.